Mira,
solo por un segundo
esto que quizá no es mucho…
pero es para ti, pues:
En el éter de la efímera aurora,
rosas de ébano florecieron,
susurros áureos se desplegaron,
mas exonerado, el corazón abrió.
En la danza del tiempo y el misterio,
mi alma halló tu esencia sutil,
en mis silencios,
fueron trémulos latidos mil.
Por cada pétalo, un verso esculpido,
en los espacios de tu piel,
un enigma, un susurro, un ruego de miel.
En mi pecho, la ausencia se hace lira, en el lienzo de la noche sin renombre
y en la distancia, mi corazón te busca…
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