jueves, 15 de febrero de 2024

Déjame hablarte en Do mayor,
esta inocencia,
y así llegar a tiempo
para decirnos todo lo que cabe en un poema. 
Déjame verte el sol tatuado con palabras y  hacerte un vestido a la medida de estos versos.
Déjame escucharte,
en los matices de tus sueños y temores.
explicarte a qué sabe

Mirarte de frente

porque sé,

que lo definitivo no es el dolor, sino el amor que transita dentro de uno, cuando las cosquillas y los colores revelan tu aroma. 

Dejemos que las estrellas encuentren el eco que surge entre las palabras, 

un diálogo silente entre constelaciones,

con historias que solo nuestras miradas comprendan.

Déjame trazar líneas en el cielo nocturno,

cuando tu pelo se enrede 

entre el viento y mis dedos, 

formando la claridad de estas letras.

Aún no he escrito sobre ti, sobre cómo exhibías todas esas curvas, sobre cómo en medio de tanta brisa tu solo danzabas y yo te miraba hasta donde la vista alcanzaba, que no era tan cerca, ni tan lejos de imaginarla conmigo abrazada. Tu, siendo fiel testigo de la sensación inherente de conocernos por primera vez. Yo, mostrando mis modales, caminando tus calles oleadas, vibrando tus energías y navegando en tus azules multi-cromáticos que esconden un carnaval de personajes llenos de historias. En lo más alto de ti, de brazos extendidos, intentando contener el mundo, se veía la redención, tan tuya como mía, sin monarcas, sin  fronteras, un horizonte compartido, donde los destellos del sol acariciaban las pieles, fusionándose con la cadencia de tu música y la alegría palpable que emanaba de tus rincones. Distraída por tus sabores exóticos y las risas compartidas, tus aguas fluían como un samba ingobernable. En cada paso, encontré tu diversidad, tejida en colores vivos y palabras acogedoras. Así, en el latir de tu corazón tropical, descubrí un capítulo inolvidable de mi propia historia.

La intensidad de hacerte el amor sera única, una danza de emociones y conexiones profundas. Cada roce será una sinfonía de sensaciones, cada suspiro será melodía de estas dos almas que sentirán que el mundo desaparece, quedando la pasión palpable que fluye entre dos cuerpos ansiosos de explorar el universo del deseo mutuo. Será un arte que se pinta con la complicidad de nuestras miradas, el tacto que despierta sentimientos dormidos y el murmullo de palabras que susurraran promesas de amor en cada respiración compartida. 

Mira, 

solo por un segundo

esto que quizá no es mucho… 


pero es para ti, pues:


En el éter de la efímera aurora,

rosas de ébano florecieron,

susurros áureos se desplegaron,

mas exonerado, el corazón abrió.


En la danza del tiempo y el misterio,

mi alma halló tu esencia sutil, 

en mis silencios,

fueron trémulos latidos mil.


Por cada pétalo, un verso esculpido,

en los espacios de tu piel,

un enigma, un susurro, un ruego de miel.


En mi pecho, la ausencia se hace lira, en el lienzo de la noche sin renombre

y en la distancia, mi corazón te busca… 

Divago…

Divago entre tus huellas y mis manos,

En un holocausto de ideas imprudentes,

En el rincón secreto donde el arte parte,

Del susurro que mi mente abraza divago.

Con certeza, un tiempo pasó sin llegar a ti,

Entre nubarrones oscuros, sin poderte seguir,

Impedían tocarte en mi deseo,

Mas hoy, en este efímero suspiro, mi alma te encuentra,

Te persigue en el santuario de mi pecho,

Te sujeta con los hilos de mi mente inquieta,

Y en esta fortuna de mirarte, me abrazo a ti,

Como un sueño cumplido en cada palabra secreta, que va buscando y te va encontrando,

Como un verso perdido en el viento, y así no más,

La vida nos tejió en su telar sutil,

Y hoy, en esta sinfonía, estamos vibrando,

En el silencio de este encuentro furtivo,

Donde nuestras almas, sin palabras, están hablando…

Imagina una galaxia flotando en su espacio infinito y en ella viviendo una constelación de estrellas y ellas viéndote a ti, una más indulgente, de pasos garboso, envuelta en polvo cósmico con restos de partículas del Universo… que es tan tuyo como es mío, tan intergaláctico y tan estacional… y en el que vamos levitando, nefelibata, más allá de los planetas aún no explorados y donde busco encontrarnos.

martes, 8 de enero de 2019

De sonidos peculiares de la región andina, montañas verdosas,
nubes grises y un sol que escasamente saluda.
Desde un “Su Merced” hasta un “no hable con el conductor”.

De encuentros fortuitos, pizzas con borde de guayaba, 
barhopping y confesiones. 
Pequeños gorditos exhibiéndose en todo su esplendor,
rodeados de naturaleza muerta.
La colonial, de libertadores, espadas y escupideros.
Gusanitos que te pasean por la ciudad.
De vuelta a las despedidas, el salto fue más grande,
de viñedos, azules celeste, mates y comienzos”.
La de los nuevos aires...


miércoles, 20 de abril de 2016

¿Acaso es esto una locura? Si, siempre lo fue, lo es, lo será. Divina locura de dos extraños que intimidan con sus versos, que escapan a una fantasía ajena a los demás. ¿Qué piensan? ¿Que sienten?! ¿Que dicen?! Las palabras sobran cuando sus miradas cobran vida. ¿Es acaso esto una locura?... 

martes, 19 de abril de 2016

Te vi como ve la primavera al verano, te vi como ve la lluvia al sol, la sensación de tenerte, el vacío de no. El reflejo de los besos que jamás volverán a despedirse, te pienso una y mil veces, todo terminó en un "si". Te me escapas de las manos, esas que... que más da. Te vi, torturado en el silencio, callar es lo mejor cuando te alejas sin morir. Te vi, sí que te vi.

viernes, 15 de abril de 2016

Dutch, de alturas humanas, libertades que aún para algunos son tabú, bicis de transporte, cerveza de dioses. Salam alaikum, colores blancos, negros y pureza  arquitectura, mujeres sin rostro, sabor y olores que anulan. Desiertos intrigantes, camellos de patas amarradas, clima extenso y pinguinos gigantes. Bonjour, La belle-Soeur y su bolsita de frutas, el "oh mom dieu", rutas en metro de poco alcance. La Torre y debajo ella en su máxima altura, pirámides de vidrio rodeadas de monarcas, bodas, estrategas y fósiles. De Reims La Notre-Dame, El Yves, La Belle-Soeur y el ex pistacho, 1:35min de nuevo al mar de voces. 

Déjame hablarte en Do mayor, esta inocencia, y así llegar a tiempo para decirnos todo lo que cabe en un poema.  Déjame verte el sol tatuado ...